Reseña Crítica de The Host (La Huésped): Melodrama Attacks! Sin largas narraciones o videos explicativos The Host nos zambulle efectivamente en su universo en un par de minutos. La raza humana ha sucumbido a una invasión extraterrestre novedosa, ya que en lugar de destruir edificios a la Independence Day, estas entidades usurpan nuestros cuerpos. La historia comienza luego de que los humanos perdieran la guerra, limitándose a huir y formar tímidos grupos de resistencia. Esto suena a mundo post-apocalíptico, pero lo original es que las cosas están mejor que antes: No hay guerras, ni conflictos religiosos, ni devastación del medio ambiente. Los nuevos gobernantes son nuestras versiones actualizadas, carentes de todo impulso negativo. Al igual que en A Brave New World de Aldous Huxley, vemos una civilización que ha erradicado las pasiones primitivas a cambio de la estabilidad y la paz duradera. El problema es que también carecen de la capacidad de amar desenfrenadamente. Al menos casi todos. Luego de que inserten a un peculiar alienígena en el cuerpo de una joven (inexplicablemente resistente), lo que era aceptado como verdad se cuestiona. En vez de desaparecer, la consciencia de Melanie sigue viva luego que la intrusa (en realidad no se especifica su sexo o si son asexuados) llamada posteriormente Wanda se apodera de ella. Como sucede a veces entre la ciencia ficción y la fantasía, los géneros son intercambiables y la diferencia radica en detalles. Si fuese un espíritu poseyendo una persona, y el alma de ésta quedara también dentro sería lo mismo. Así se pone en marcha esta metáfora de tolerancia, con dos razas históricamente enfrentadas descubriéndose mutuamente. Las piezas del tablero tienen el suficiente potencial para jugar a lo grande y en diferentes direcciones. Lamentablemente, en lugar de explotar este interesante futuro distópico elije auto-confinarse. Literalmente. Cuando Melanie/Wanda llega a la caverna, donde su tío (un sólido William Hurt) y hermano pequeño viven en una improvisada comunidad, comienzan los problemas. El melodrama se apodera de la película como un invasor salido de otro mundo, o libreto. Para quienes un triángulo amoroso no es suficiente se desarrolla un cuadrado entre Melanie, Wanda, Jared e Ian (Jake Abel le imprime más personalidad al segundo que Max Irons al primero). Las idas y vueltas entre esos cuatro -técnicamente tres- corazones resultan en escenas exageradas y dolorosamente ridículas. Saoirse Ronan es extremadamente talentosa, pero las discusiones entre sus dos “personalidades” resultan más graciosas que dramáticas. Lo que en la página se hizo fácil, aquí costó reproducir. Digamos que algo se perdió en la traducción de medios. La mecánica de Ronan dialogando en cámara con su otro yo previamente grabado llega a cansar. Especialmente cuando la situación quiere intencionalmente crear humor. Los muchachos yendo de saqueo cuando están asediados por el “fashion police” interplanetario, con un par de lentes de sol como único disfraz, se ve más tonto de lo que suena. El libreto parece siempre priorizar lo emocional, creando situaciones cargadas de gritos, llantos, y besos, cuando podría buscar más secuencias de acción o desarrollar las interesantes ideas propuestas al comienzo. El “seeker” de Diane Kruger es uno de los mejores elementos, como una cazadora obsesionada con capturar a la protagonista y aplastar a los suyos. El esperado enfrentamiento se diluye en cuestión de segundos, acelerando en cambio hacia un anti-climático final feliz. The Host es una oportunidad desaprovechada. En vez de ser una aventura excitante con mensaje social (como Warm Bodies) limita su enfoque y falla en infectarnos con ansias inevitable secuela. Bueno, al menos a este humano. La Huésped invadió los cines hoy Viernes 29 de Marzo (fecha de estreno en Estados Unidos). Comparte y opina ¿Estás de acuerdo con esta reseña crítica de The Host?