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A mitad del 2010 nos excitamos al ver el alucinante teaser. El trailer completo nos hizo bajar los decibeles. A pesar del dialogo poco atractivo y los esbozos de una historia poco revolucionaria, nos dispusimos a ver ‘Sucker Punch’.

Quería que me gustara. Quería poder decirle a todos aquellos que tiraban por tierra su argumento sin siquiera haberla visto. Quería reivindicar a su director Zack Snyder y su talento más allá del impacto visual. Pero querer y poder son dos cosas muy diferentes.

La película comienza contando la historia de una muchachita que después del fallecimiento de su madre tiene que enfrentarse a su padrastro para detener sus ataques. Después de un terrible accidente -que extrañamente no se vuelve a mencionar- es internada en un manicomio junto a otras atractivas jovencitas.

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En estos primeros minutos no escuchamos más que música y pasa un buen rato antes de que Baby Doll, el personaje principal, diga más que un par de palabras. Aquí la primer queja: El abuso de la música, que va incrementando en intensidad y frecuencia hasta volverse una molesta distracción. Si queremos ver un extenso video musical buscamos ‘Thriller’ en YouTube.

El cast, principalmente integrado por actrices jóvenes, demuestra su falta de experiencia. Las primeras escenas entre las reclusas tienen un pobrismo nivel en cuanto actuaciones se refiere. Sweat Pea, la supuesta líder del grupo toca las notas más bajas. Curiosamente es la relación entre ella y su hermana Rocket a la cual la historia vuelve insistentemente para mover al espectador emocionalmente. Fracasando una y otra vez en el intento.

Cuando nos comenzamos a hundir en la butaca del cine llega la primer escena en “el universo fantástico”. Sin ser una sorpresa, los efectos visuales son impecables y de última generación. Zack Snyder quiere dejar en claro que en ese campo es uno de los mejores y no hay nada para discutirle. Lamentablemente tenemos que seguir y éso es casi lo único positivo de ‘Sucker Punch’.

El pasaje de el plano “real” al “no real” se realiza usualmente gracias a elementos de ciencia ficción o fantasía. Como el rayo que transporta a Flyn en ‘Tron’, el dispositivo del sueño en ‘Inception’ o el armario que sirve de entrada al mundo de ‘Narnia’. Aquí el transito entre uno y otro es totalmente súbito y caprichoso. No conocemos reglas ni sabemos en dónde se desarrolla ese mundo alternativo. Y éste es el principal problema, de los muchos que tiene la película: El plano fantástico es una mera proyección del real. Osea, nada de lo que pase allí tiene consecuencias en la realidad. Cada vez que la tensión va a desarrollarse dentro del manicomio, somos arrastrados a intrascendentes luchas con zombies, samurais, dragones, androides, etc. Como si fueran dos películas forzadas en un híbrido que ni fu ni fa.

Los personajes son extremadamente simples y cada uno toca su misma nota una y otra vez. Las chicas super poderosas no tienen ningún entrenamiento y desde el comienzo dominan fácilmente las fantásticas adversidades. Estos saltos al mundo virtual se vuelven repetitivos y exsasperantes, ya que lo más interesante y decisivo del mundo real no lo vemos.

Otro fallo es la falta de humor. ‘Sucker Punch’ se toma demasiado en serio y las veces que nos reímos es a pesar de, y no gracias a lo que estamos viendo. El misterioso hombre sabio (Scott Glenn) que guía a las heroínas intenta alivianar el tono pero con poco éxito.

Todo en la indudablemente original historia, escrita por el propio Snyder, suena forzado o directamente sin sentido. El plan maestro de Baby Doll -convertida en líder porque sí- para escapar no tiene lógica alguna. Lo que ella provoca al bailar y la seriedad con todos se refieren a ese otro punto central del argumento es penosamente irrisorio. Los agujeros en la trama son de grueso calibre.

‘Sucker Punch: Mundo Surreal’ no pudo conformarse con ser un entretenimiento de acción liviana. Los voiceover del personaje de Carla Gugino al comienzo y al final, junto con los innecesarios niveles de “realidades” apuntan a profundos mensajes e intelectualidades fuera de lugar.

Un “sucker punch” quiere decir un golpe que se ejecutó gracias a que la persona que lo recibió estaba distraída. La verdad que no nos esperábamos una entrega tan poco satisfactoria del creador de ‘300’ y ‘Watchmen’.

Ésta me hizo recordar a ‘Tron: Legacy’, ‘The Matrix’ y hasta a ‘The Last Airbender’. Pero el mejor ejemplo de una exitosa historia que navega entre la realidad y fantasía es ‘El Laberinto del Fauno’ (Pan’s Labyrinth). Snyder ha demostrado dominar el espectáculo visual pero aún le falta pulir su pluma para ser un verdadero “story teller” como Guillermo del Toro.

-Reseña Crítica de ‘Sucker Punch: Mundo Surreal’ escrita por Néstor Bentancor en el mundo real.

PD: Llamado de atención para Nolan ¡ Que supervise de cerca la nueva de Superman que no podemos permitir otro fracaso del hombre de acero!

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